[¿Esto es lo que se dice crear suspense, eh? Pero entre los compañeros, no entre los lectores... perdón por tardar tanto en escribir u.u]
— ¿Dónde lo llevamos, Amelia? ¿Lo entregamos al consejo?
— No, no... no hasta que no sepa de qué habla este mamarracho. Tengo una casita alquilada para estas cosas, fuera de la ciudad.
— Yo suelo alquilar casitas fuera de la ciudad para otras cosas.
— ¿Estás casado?
— Bueno... no exactamente —dijo Álvaro, mientras hacía sonar el estárter del coche—. ¿Te ha dicho algo que no supieras?
— Insinuó algo del consejo. Augusto es un cabrón, pero no es tonto. Con todo, cada vez me cabe más la duda de que el consejo es menos santo de lo que parece.
— ¿Cuántos años llevas trabajando para ellos?
— Suficientes como para casi considerarme parte de la familia. Pero la nueva dirección no favorece mucho la transparencia. No es como antes, eso te puedo decir. Pero bueno, tú no estabas antes, así que... qué vas a saber tú.
Álvaro sonrió.
— Álvaro ver, Álvaro oír...
— Y Álvaro arrancar.
— No, no... no hasta que no sepa de qué habla este mamarracho. Tengo una casita alquilada para estas cosas, fuera de la ciudad.
— Yo suelo alquilar casitas fuera de la ciudad para otras cosas.
— ¿Estás casado?
— Bueno... no exactamente —dijo Álvaro, mientras hacía sonar el estárter del coche—. ¿Te ha dicho algo que no supieras?
— Insinuó algo del consejo. Augusto es un cabrón, pero no es tonto. Con todo, cada vez me cabe más la duda de que el consejo es menos santo de lo que parece.
— ¿Cuántos años llevas trabajando para ellos?
— Suficientes como para casi considerarme parte de la familia. Pero la nueva dirección no favorece mucho la transparencia. No es como antes, eso te puedo decir. Pero bueno, tú no estabas antes, así que... qué vas a saber tú.
Álvaro sonrió.
— Álvaro ver, Álvaro oír...
— Y Álvaro arrancar.
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