13 septiembre 2011

Capítulo Seis (VI)

La voz ronca del anciano la sacó de sus recuerdos.
— Es bueno volver a verte, Amelia.
Ella no pensaba lo mismo. La última vez que había aparecido en su vida, las cosas habían cambiado mucho.
Le siguió con la vista hasta que se sentó en un cómodo sillón cerca de Álvaro.
— ¿No tomas asiento?
— Estoy bien así, gracias.
— Tú siempre tan… rebelde.
— ¿Qué significa esto? —preguntó Amelia, mirando indistintamente a uno y a otro. Le daba igual quién de los dos hablara. Lo que necesitaba eran respuestas.
— No te preocupes. Pronto lo comprenderás todo. He seguido con interés cada uno de tus pasos desde que llegaste a nosotros, y te aseguro que has sido una de las mejores alumnas. No todos han sobrevivido.
— ¿Todos?
— Sois el resultado de décadas de investigación, de frustrantes años de prueba y error hasta que dimos con la fórmula adecuada. Muchas generaciones desaparecieron debido a múltiples causas: desarrollo defectuoso, falta de adaptación, hipersensibilidad a sustancias exclusivas de la Tierra… pero ahora podemos estar seguros de que aún hay esperanza. Los Ursakis saben que podríais hacer peligrar su ansiado futuro de dominación de la raza humana. Se han preparado durante años para este momento, y no están dispuestos a que nadie se interponga en su camino, ni los Astarsis, ni vosotros…
— Pero ¿por qué precisamente ahora?
— Porque es ahora cuando van a hacer uso del arma más poderosa que haya sido creada jamás. Un arma a la que ningún humano podrá resistirse.
— O eso creen ellos —añadió Álvaro.
Amelia seguía sin comprender nada. Y además le asaltaba una nueva duda: comenzaba a creer que no era una casualidad que nunca le hubieran dado miedo las serpientes. Como la cobra en posición de ataque que acababa de identificar en una fotografía colgada en la pared detrás del anciano. Era una imagen extraña. Era solo un conjunto de líneas ondulantes grabadas en la superficie de un terreno desértico. La sombra de la avioneta desde la que había sido tomada la foto parecía un pequeño insecto a su lado.

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