18 abril 2011

Capítulo Tres (III)

[Hasta las narices estoy de Alvarete cohete, y ahora que va en coche es mi momento...]

Amelia suspiró y miró por el espejo retrovisor. Su cara cambió al momento. Una furgoneta negra con una franja roja les perseguía, claramente, a elevada velocidad.
Amelia abrió la boca para avisar a Álvaro pero fue demasiado tarde. La furgoneta les embistió y el coche salió de la carretera dando vueltas por un terraplén. El sonido de los cristales rotos no se hizo esperar, seguido del desagradable olor a gasolina vertiéndose. Amelia abrió los ojos. Todo había ido demasiado rápido. Le dolía la cabeza y su boca sabía a sangre. Miró al asiento del conductor y Álvaro no estaba. Recordó que el chico había sido tan imprudente como para no ponerse el cinturón...

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