08 septiembre 2011

Capítulo Seis (III)

— Gonzalo, me traes la última, ¿verdad? —dijo una voz proveniente del fondo del pasillo.
Mientras, los dos se acercaban allí. De la estancia provenía algo de luz que permitía ir vislumbrando una habitación con la puerta abierta.
— No tengas miedo, pequeña —dijo un hombre mayor, de larga barba gris, sentado detrás de una mesa antigua de madera donde los papeles se agolpaban, y con una lámpara responsable de toda la iluminación del entorno.
Gonzalo acercó a Amelia delante de la mesa, y el hombre mayor se incorporó para recibirla, con una amable sonrisa.
— ¿Cuál es tu nombre, pequeña?
Ella dudó un momento, y miró disimuladamente a Gonzalo, a cuya mano seguía agarrada.
— Amelia —contestó.
El hombre mayor se reclinó en su silla, y lanzó una mirada de aprobación a Gonzalo, sonriendo satisfecho.
— Eres una chica lista. Bueno, aquí tendrás tu propia habitación, que compartirás con tu nueva compañera, Alicia. Gonzalo te llevará a tu habitación, y te pondrá al corriente de cómo es la vida con nosotros.
El hombre se levantó, no sin esfuerzo, y se acercó a Amelia. Agachándose un poco, le colocó un juego de llaves a Amelia en la mano, y se la cerró cariñosamente.
— No las pierdas, ¿eh? —le dijo, dejando salir un pequeño esbozo de risa de su dentadura incompleta.

Este flashback va a ser tan largo que lo que pasará en realidad es que el principio era un flashforward.

No hay comentarios: