06 octubre 2011

Capítulo Siete (IV)

[*Marcha del Imperio Estelar* Como diría David esto es demaisado]
Ometh observó el terreno calcinado desde la nave, en la distancia, y al Astarsis que devoraba a su congénere.
*Señor, uno ha escapado.*
El Rey de los Ursakis giró en su trono, con los ojos frios y señaló al Astarsis que se alejaba.
*Entendido.* Respondió con un mensaje siseante el comandante en el cuadro de mandos mientras viraba la dirección.
La nave siguió en silencio al Astarsis, que caminaba con las máximas coberturas posibles. Miraba al cielo una y otra vez pero ningún ser era capaz de vislumbrar la nave tras los numerosos camuflajes bajo los que se encontraba.
Ometh supo que aquel individuo les llevaría hasta Beregath, y así aniquilaría al último reducto Astarsis y de rebeldes Ursakis en la Tierra. Tras esto, nada se interpondría en su plan y todas las materias primas y el planeta pasarían a ser controladas por el mismo Ometh.
El Astarsis cruzó un bosque frondoso. Ya estaba alejado de la ciudad donde un hervidero de luces y sonidos se presagiaba tras la desastrosa calcinación de uno de los edificios de la ciudad.
*¡Qué estúpidos animales!* Pensó Ometh mientras intentaba presagiar en como debería saber la carne humana...
[¿Vamos a tener que poner asteriscos cada vez que hable un fardacho interestelar de estos? ¡Me niego!]

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