08 abril 2011

Capítulo Dos (VI)

No ocurrió nada.
Se quedó quieto, esperando, pero no se movió del sitio. Seguía entre los dos calvos, que le ignoraban, como si no notaran su presencia. Una gota de sudor frío comenzó a recorrerle la sien.
Echó un paso atrás, y volvió a colocarse delante de la puerta. Nada.
Repasó mentalmente cómo Amelia había avanzado hacia la puerta, como había hecho él, y cómo había desaparecido. No recordaba que hubiera hecho nada especial. No había tocado ningún botón, ni había pronunciado ninguna contraseña, por lo menos de forma audible.
Era la primera vez que le llamaban ante el Consejo, y nadie le había comunicado los procedimientos a seguir.
Le dio la impresión de que los "eunucos" comenzaban a girar la cabeza en su dirección, los dos a la vez, lentamente. Sólo la cabeza. Una sensación de urgencia le embargó, como si supiera que al completar su movimiento y mirarle directamente fueran a fulminarle con su mirada o algo por el estilo.

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