13 abril 2011

Capítulo Dos (XII)

[Esta historia ya no hay ni por donde pillarla. Anda que no la hemos liado ni nada con el capítulo. Por cierto, que el capítulo se llama Amelia, y aquí dándole líneas al Álvaro que estamos. Creo que tendríamos que llamar al capítulo: "Odisea para llegar al Consejo". Y encima va a resultar que la sala esa del consejo, está llena de gente... si es que...]

— ¡Guarden silencio! —esta voz del consejo se oyó mucho más autoritaria que las anteriores, no dando lugar a réplica ninguna.
Efectivamente la sala estaba llena de gente, aunque dada la oscuridad apenas podían verse entre unos y otros. Pronto pareció que no hubiera nadie, porque se hizo un silencio sepulcral. El Consejo, se hallaba al fondo de la sala, por encima de los asistentes, y estaba formado por una mesa con diez asientos.
— Han sido todos reunidos para ser informados de un hecho de máxima importancia, pero de conocimiento altamente secreto —la voz que hablaba era la misma de antes—. Todos creen que son conocedores de la situación actual, pero se equivocan, dado que esta ha empeorado.
— Pero antes que nada —interrumpió otra voz del Consejo—, díganos, Amelia, infórmenos de los últimos acontecimientos.
La aludida se quedó petrificada durante unos segundos, pero enseguida empezó a hablar, sabiendo que los que la escuchaban no era de los que les gustaba esperar.
— Ha aparecido un último cadáver, dentro del plazo que había establecido. Este cuerpo es exactamente igual a los anteriores, no hay ninguna novedad relevante. Lo mejor de todo es el lugar dónde ha aparecido el cadáver, justo detrás de dónde decidí instalar mi base de operaciones. Eso significa que cada vez estoy más cerca de averiguar dónde está la madriguera.
— Todo indica que está cerca de encontrar el centro de todo —le corroboró una voz del Consejo—. Buen trabajo por ello. Pero aún están todos muy lejos de solucionar el problema.

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